Solo nos vamos a mezclar.

- Pero todavía me odias un poco, ¿no?
- Bah.. no tanto.
- Era idota...
- Y yo. Pero bueno, lo seguimos siendo.
- Bah.. no tanto.
- ¡Y tú por que no cambias con los años!
- Si que cambio. Constantemente, maduro, decaigo, conozco, soy feliz, crezco, aprendo... lo que pasa que a veces vuelvo hacia atrás. Y me has pillado en una de esas...
- Qué mala suerte. Siempre tenemos mala suerte.
- Siempre nos quedamos sin gasolina.
- Y sin tabaco.
- Ves, en eso he cambiado, ya no fumo.
- Tampoco fumabas antes...
- Ves, cambio, y luego vuelvo hacia atrás...
- No, tu no cambias nunca... Tu te mezclas con lo que sea, pero tu composición no cambia.
- Ya... a lo mejor ahí radica nuestra mala suerte... en que solo nos vamos a mezclar.